Se dice que
la locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados distintos,
rezar por un nuevo trabajo, por ganar mas, pedir un asenso y esperar
ansiosamente los bonos arrancándolos con garras. Es mas sencillo sentarse y
lamentarse que pararse y hacer algo.
La locura
es el estado mas normal del ser humano, a todos nos vuelve locos diferentes
cosas o situaciones, distintas personas, olores o sabores.
Es tan fácil
criticar, apuntar con el dedo a nuestro prójimo por haber hecho algo sin saber
que hay detrás de eso, pensar que todo el tiempo lo que uno piensa, dice o hace
es lo correcto. Cerrar la mentalidad y con eso los sentimientos, dejándose
guiar por el egoísmo que nos envuelve a cada uno como seres humanos. Lo que no
vemos es que al enderezar el dedo índice y apuntar hacia cierta persona, tres
de nuestros dedos apunta hacia nosotros, queriéndonos recordar nuestro mismo
cuerpo indirectamente que tal vez esa es la peor seña de todas.
¿Qué nos
dice que nosotros estamos bien y los demás son los equivocados? Fácil. Nuestro
juicio. Nuestra perspectiva de la vida y eso conlleva la forma en que pensamos,
nuestras ideas, sueños y libertades.
Nuestra
personalidad viene de cierto modo definida al nacer, los valores inculcados en
la familia son una base esencial en quienes somos, pero no depende
completamente de eso el que será de nosotros.
Las
diferencias que se tiene entre cada persona es lo mejor que se puede tener como
ser humano, el no actuar por instinto si no por supuesto “razonamiento”, si
todos pensáramos iguales, creyéramos en lo mismo, todo seria demasiado
aburrido, nuestras diferencias nos unen como seres humanos y nos separan como
terrenales.
Es tan difícil
de aceptar lo que nos desvía de la rutina. La rutina es nuestra protección,
cayendo en un circulo vicioso agradable y confiable que cualquier acción por
mas minima que sea nos saque de ella nos ocasiona un terrible descontrol.
Aprender a
ser mas tolerante y si esto se nos complica, el evitar juzgar es un buen
comienzo para sentirse mejor con uno mismo, no dejar que las envidias se
apoderen de nosotros y disfrutar del éxito de los demás y no dejar de luchar
por el propio, eso seria una buena forma de dejar de despertarse en otro día
pero seguir viviendo la misma mierda de vida que nosotros mismos escogemos día
con día.
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